Vivir en una región con altos niveles de aire contaminado puede incrementar el riesgo en las embarazas de tener un bebé con algún Trastorno del Espectro Autista, concluye la primera investigación nacional a este respecto en EEUU, según los expertos de la Universidad de Harvard. Las mujeres embarazadas que vivían en las zonas más contaminadas con diésel y mercurio tenían el doble de riesgo de tener un niño autista que aquellas que vivían en zonas más limpias. Estos trastornos están acompañados por deficiencias en la integración social y, en la mayoría de los casos, se presentan patrones restringidos, repetitivos y estereotipados del comportamiento.
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Living in a region with high levels of air pollution may increase the risk of having a baby pregnant with an Autism Spectrum Disorder, concludes the first national research on this topic in the U.S., according to experts at Harvard University. Pregnant women living in the most polluted areas with diesel and mercury had twice the risk of having an autistic child than those living in cleaner areas. These disorders are accompanied by impairments in social integration and, in most cases, restricted, repetitive and stereotyped patterns of behavior are presented.
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